18 noviembre 2006

Parentesis...

Las 10... acababa de llegar a esa hora... entre a la casa y una kietud sospechosa se respiraba desde la entrada a la sala, me dirigi al cuarto y ahi estaba ella sentada sola...

me sente a su lado... me saludo con un beso acostumbrado en la mejilla, estaba seria, le pregunte q pasa, t peleaste con tu mama?, "me pelee con todo el mundo" fue lo q escuche de sus labios casi fruncidos, le acaricie la rodilla, me platiko a grandes razgos lo q habia pasado, un malentendido con la madre, un disgusto con la sobrina... -porq?? hize la pregunta de costumbre, casi obligada, "no se q chingados me inyectaron, he estado alterada todo el dia"...

"ven vamos alla arriba, kiero q veas el piso", tomandome d la mano no pude negarme, estoy convencido q era lo q yo esperaba, si no era eso le hubiera pedido q fueramos a caminar para q se despejara, subimos tomados de la mano, ella iba delante mio, cruzamos la casa (2 separaciones habia q cruzar para llegar a su cuarto). 8 decimas partes del piso del cuarto no muy grande estaban cubiertas por un azulejo cafe claro, estielo duela, agradable a la vista, y dando una sensacion de kietud y paz q hace falta, evokando el futuro color crema de las paredes con una franja (ami gusto) color vino... ella me pregunto, "te gusta??", - si se ve muy bien, me gusta, aunq el cuarto deberia kedar color crema. "si ya habia pensado en un color claro..."

dejamos la habitacion, no sin antes preguntar donde habia kedado mi ropa, y mi colchon inflable q use antes de q se vaciara el cuarto, caminamos a mi ex recamara, la q estaba siendo ocupada por mi hermana despues q sali a trabajar a provincia, kedamos entre dos espejos, y le comente q me dormiria de nuevo en mi colchon, "porq chingados no t kieres dormir alla abajo (frunciendo el entrecejo me demostro un disgusto serio, de reproche y como el q usamos cuando bromeamos)", involuntariamente salio de mi boca una sonrisa, q se convirtio en risa cuando me dijo "no te rias puto.!", solo reaccione de una manera, me acerque y la abraze, fue un abrazo normal, de rutina, sin nada especial, como akellos q le ofrezco diario cuando llego, o antes de irme, la luz encendida y una curiosidad q no se de donde salio me hicieron voltear a mi derecha, al espejo, la vi como su rostro hacia una mueca de llorikeo, de capricho, me di cuenta q mi abrazo habia dejado de ser de rutina...

me separe de ella lo suficiente para alcanzar el apagador del cuarto... la complicidad de la ausencia de luz se me hizo lo mas prudente... ahogar en el anonimato de la oscuridad su llanto naciente, darle la confianza, y la complicidad de no ser observada por nadie, cuando la abraze ella tenia los brazos cruzados sobre su pecho, cuando apague la luz no pude decir nada, la palabra -Bazame, salio sola de mi boca como si no hubiera sido necesario pensarla, y mucho menos sus brazos lo pensaron cuando lo hicieron, fue un abrazo debil de su parte, no era un abrazo de necesidad como los q se dan y una presion y la aplicacion de fuerza se hace necesaria por ambas partes,sino de tristeza pura, apoyo su cabeza en mi hombro, yo mi menton en el suyo, las caricias vinieron solas...

la sensacion de sentir su cabeza girar d manera casi imperceptble haciendo in "ademan" de "no", se hacia cada vez mas frecuente junto con sus kejidos... tal vez tenia años desde q no la escuchaba llorar de esa forma... cuando era pekeño y las noches solas la obligaban a refugiarse en la sala y el sillon, y yo despertaba como si me llamara sin hacerlo, me levantaba y la acompañaba, sin decir nada, solo me sentaba atras de ella y la abarcaba lo mas q podia desde la espalda; esta vez fue diferente, por cada vez q sentia su cabeza agitarse mis manos la apretaban con fuerza... tal vez pasaron asi alrededor de 10 minutos ahogados cada kien en sus pensamientos... nos parecemos muchos y seguro muchas cosas navegaron entre el calor de un abrazo de una mente a otra, reaccione, ahora solo pude hacer lo q mis dedos delgados y en cierto modo delicados saben hacer, acariciaba su espalda como si se tratara de un masaje q solia darle hacia 2 años cuando terminaba cansada de usar su instrumento q le daba trabajo y fama de creadora textil, recorria con timidez y seguridad la parte de su espina dorsal y su cuello, sus hombros, de una manera magica dejo de llorar, y solo seguia con los jadeos q nos son familiares gracias a los berrinches de los niños, se despego un poco, su voz tremula le permitio decir "ojala siempre estes conmigo, y yo contigo"...

ahora son la 1 de la mañana, estoy a su lado con las luces apagadas, una paz q desearia durara por siempre se establece en la recamara, morfeo se apodera de un momento onirico donde no existe la enfermedad y nosotros con las manos tomadas antes de dormir, nos dirijmos ahi...

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